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¿Cómo elegir un fotógrafo o videógrafo de boda?

Cuando estamos eligiendo al fotógrafo o al videógrafo para nuestra boda, se nos presenta una duda sobre todas las demás. ¿Por qué hay tanta diferencia de precios entre unos y otros? Hay profesionales que pueden ofrecernos este servicio desde los 700/800€ hasta los 3000€. ¿Cómo puedo saber cuál elegir?¿Por qué hay tanta diferencia en los precios? Esto no es una respuesta sencilla, por lo que vamos a dividirla en varios apartados.


En primer lugar, un factor a tener muy en cuenta es la profesionalidad. ¿Con quién estás tratando?


¿Realiza su trabajo de forma legal o no? En ocasiones es muy tentador contratar a un fotógrafo o un videógrafo que nos dice que nos va a descontar el IVA y que nos ofrece un servicio muy económico. Pero lo que no solemos tener en cuenta es que si no hacemos las cosas de forma legal y firmamos un contrato, esa persona no tiene responsabilidad alguna sobre el trabajo que realiza. Si el día de la boda, por ejemplo, le sale un trabajo mejor, podría dejarnos tirados o si las fotos salen mal por algún motivo, no tendremos forma de reclamar nada porque no existe ningún tipo de vinculación legal entre nosotros y esa persona. En el peor de los casos, se nos podría presentar en la boda una inspección de trabajo y tendríamos un problema serio.


¿Qué seguridad y qué garantías me ofrece? Este es otro de los aspectos que muchas parejas no suelen tener en cuenta. Un fotógrafo o videógrafo profesional tiene un flujo de trabajo por duplicado. Es decir, utiliza cámaras con doble tarjeta para copias de seguridad, lleva dos cámaras por si una fallase o simplemente acuden a la boda dos fotógrafos o dos videógrafos para garantizar (o minimizar al mínimo el riesgo) que nada se pierde.



El segundo aspecto importante a tener en cuenta a la hora de estimar los honorarios de un fotógrafo o videógrafo de boda es el más obvio: El trabajo que necesita para obtener el resultado final. Hay fotógrafos que apenas dedican tiempo a editar sus imágenes y videógrafos que hacen un montaje muy “amateur”, soltando todo el material en el programa de edición sin demasiado criterio. Otra situación muy común es que hay muchos fotógrafos que ofrecen el vídeo como un extra a su trabajo fotográfico. El vídeo y la fotografía son disciplinas diferentes por lo que ser muy bueno en una no implica serlo en la otra.

Normalmente un resultado mejor suele conllevar más trabajo y por lo tanto más dinero. Tened en cuenta que la grabación es menos de la mitad del proceso. La edición tiene una importancia enorme a la hora de determinar el resultado final.


El tercer aspecto importante a tener en cuenta es el estilo. Esto será ya una cuestión más subjetiva. Habrá profesionales que nos gusten más y otros que nos gusten menos. Pero está claro que, por norma general, los que tienen un estilo más atractivo y más demandado tienden a tener un precio más alto. ¡Es la ley de la oferta y la demanda!


En resumen, las diferencias de precio entre unos profesionales y otros para un mismo trabajo no son caprichosas. Atienden a los diferentes gastos que tienen que afrontar, a lo demandados que son y al trabajo que cada uno dedica a sus proyectos. Por eso la próxima vez que veas a dos personas que cobran precios totalmente diferentes por un mismo trabajo, evalúa por qué existen esa diferencias y valora si merecen o no la pena.


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